Hoy queremos contarte cómo pintar el salón para que parezca más grande mediante la utilización de diferentes tonos, aprovechando la luz natural, o logrando nuevos efectos visuales al combinar el color de las paredes con el de los muebles. Tanto si quieres darle un aire nuevo a la estancia para hacerla más acogedora como si tienes un salón pequeño al que sacar el máximo partido, este artículo es para ti.
¿De qué color pintamos el salón? Para responder a esta pregunta debemos tener en cuenta diferentes factores, desde su tamaño y orientación hasta los materiales de paredes y techos, pasando por el estilo y la cantidad de muebles que vayamos a poner en él. La respuesta más obvia es emplear tonos neutros. Pintar en blanco, o en blanco roto, o en tonos grises o beige claros, aumentará la luminosidad y ayudará a crear una sensación de mayor amplitud. Este consejo funciona igual de bien en la decoración de otros espacios pequeños o estrechos, como verás en nuestro artículo sobre Decoración de Pasillos. No obstante, existen muchas otras posibilidades y combinaciones que nos permiten dotar cualquier estancia de una energía diferente.
Utiliza en puertas y ventanas el mismo color de las paredes para mejorar la sensación de amplitud
Ventanas y puertas
Si tu salón es pequeño, te aconsejamos utilizar en ventanas y puertas el mismo color de las paredes, o lo más parecido posible. No se trata sólo de uniformidad: la no interrupción del color transmitirá una sensación de continuidad y de amplitud que favorecerá que la estancia parezca mayor. Para las cortinas, los tonos neutros, similares a los de las paredes, serán siempre una buena idea para lograr ese espacio visual continuo, sin interrupción en el color. Además, si las cuelgas del techo, también contribuirás a crear una ilusión de paredes más altas. Este truco también funcionará en tu dormitorio. Puedes leer más sobre ello en Cómo decorar una habitación pequeña.
El color en paredes y techos
Siempre hay que tener en cuenta la sensación de amplitud del espacio al pensar en el color en paredes y techos. En salones de tamaño medio que cuenten con suficiente luz, puedes permitirte pintar las paredes en la misma gama de colores que el suelo, incluso si este es más oscuro de lo habitual. El resultado es muy acogedor al dotar la estancia de un efecto “caja”, de un estilo que puede ser ligeramente distinto al de otras partes de la casa. Si el techo también cuenta con esos colores, el efecto es completo. En la mayoría de los casos, y sobre todo en salones pequeños, lo ideal será pintar el techo del mismo color que las paredes, o en un tono algo más claro, siempre pensando en la luminosidad y en la percepción del espacio.
Aunque los tonos neutros son siempre una buena elección, existen muchas otras posibilidades que nos permiten darle una energía diferente a cualquier estancia
El estilo del salón
El estilo del salón depende tanto de la construcción de la vivienda como de los muebles de los que dispones. En salones pequeños, es aconsejable optar por una decoración lo más sencilla posible y un aire moderno, luminoso, que no reduzca el espacio ni física ni visualmente.
A un salón de estilo actual le vienen bien en las paredes, como supondrás, los blancos y grises, pero también ciertos tonos azules. Los muebles en líneas rectas y de patas no muy gruesas cargarán menos la sala, y te permiten jugar prácticamente con cualquier color. Pero si tu salón es de estilo más vintage, o cuentas con un mueble antiguo o con mucha personalidad, que tal vez sea el punto focal de la estancia, no hace falta que las paredes sean blancas. Los tonos azules, grises o incluso verdes pueden funcionar bien, siempre que sean claros. Eso sí, será aconsejable no sobrecargar el ambiente con demasiados accesorios si los muebles ya tienen mucho protagonismo.
Un salón salón de estilo más clásico lucirá estupendamente con colores piedra, beige y grises. El gris, combinando tonos oscuros y claros en toda la casa, se ha convertido en un favorito en los últimos años. También puedes atreverte con algunos toques marrones e incluso rojos, siempre que los techos sean suficientemente altos.
Trucos de color para el salón
Existen ciertos trucos de color para el salón que nos permiten cambiar la percepción que tenemos de un mismo espacio. Si tu salón es de dimensiones reducidas, como decíamos, un gris o incluso un rosa muy claro pueden funcionar muy bien en las paredes. El blanco es siempre una buena opción, pero también puedes optar por pintarlas con franjas verticales anchas, de dos colores, que darán la sensación de elevar el techo.
Otra idea es pintar una sola pared de un color intenso, más oscuro, que lleve la mirada hacia ella. Ideal para salones alargados, el resultado es que esa pared se acerca y reducimos esa visión de “túnel”. En el caso de salones con techos muy bajitos, podemos pintar el techo de un color mucho más claro que las paredes, obteniendo un contraste que parecerá alejarlo más del suelo. Por último, y dependiendo de la orientación y de la forma de tu salón, puede ser muy buena idea pintar dos paredes contiguas de un color y las otras dos en un tono más oscuro, y distribuir los muebles y elementos decorativos aprovechando ese contraste. El mueble de televisión y/o almacenaje puede situarse sobre una pared oscura, mientras que las más claras siguen aportando luminosidad.
Con sólo dos colores, un salón puede transmitir una sensación totalmente diferente según cómo los combinemos en paredes y techos. ¡Es hora de reinventar tu historia! Contacta con nosotros si tienes en mente cualquier proyecto de decoración e interiorismo. Nos encantaría ayudarte a convertir tus ideas en realidad.